La primera mascarilla biodegradable. Dicha mascarilla esta hecha con la misma tecnología de nanofibras que las actuales mascarillas con la diferencia que “al usarla y desecharla, afectará mucho menos al planeta”.
“El objetivo es que después de ser usadas, la gente las pueda añadir al contenedor marrón de la materia orgánica, para que o bien se lleven al vertedero y allí se biodegraden en el suelo, o bien se lleven a las plantas de compostaje industrial para biodegradarse con el resto de la materia orgánica, transformándose en CO2 y abono “, señala José María Lagarón el investigador del CSIC que ha desarrollado el filtro de nanofibras Proveil.
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